lunes, 21 de marzo de 2011

Tomar decisiones...


Desde hace ya mucho tiempo, cuando cojo vacaciones, se que al volver voy a ver todo lo que me rodea de una forma diferente, ya no solo los temas que me preocupan, también la gente que me rodea, y esto es por que la gran ventaja de tomarse un receso en la rutina y desconectar de toda la información que manejo a diario para tomar decisiones me da la posibilidad de generar nuevos enfoques que me llevan a gestionar la información de una manera mas abierta, con mas calma y generalmente mas acertada. Desde que practico el difícil arte de tomar distancia de todo para ganar perspectiva disfruto mucho mas con los aciertos y errores de mis decisiones y esto es por que, gracias a esa mayor perspectiva, acabo tomando decisiones que están mas en armonía con mi forma de ser, en comparación con decisiones anteriores que, condicionadas por la impresión de la falta de tiempo para decidir acababan por defraudarme tanto por la forma como por el resultado en si de dichas decisiones con respecto de los demás y de mi mismo.

El siguiente paso en esta practica de la distancia y el reenfoque es la implantación de una máxima que, si bien al principio me costaba entender, con la reflexión (bendita capacidad) y la practica, se ha convertido en una norma de la que no me separo casi nunca en la medida de lo posible, aunque también diré que aun me resulta difícil seguirla en algunos aspectos de mi vida pero que lo intento con toda la voluntad de la que soy capaz de reunir, esta máxima dicta mas o menos esto: ocúpate de lo importante antes que de lo urgente. Esto vendría a decir que de todo el tiempo que uno usa en tomar decisiones y solucionar asuntos, el primer 50 o 60 por ciento ha de usarse en los temas que a medio plazo son importantes, dejando para el siguiente 40 por ciento los asuntos urgentes, de tal forma que una vez atendido a lo importante a medio plazo, con el tiempo, uno se va encontrando con cada vez menos asuntos urgentes, dado que ya se les presto atención en su momento, cuando aun eran asuntos importantes pero no urgentes. Y con el tiempo y la practica de esta norma lo que uno gana es precisamente el bendito y aparentemente tan escaso recurso de tomarse el tiempo necesario para enfocar, reflexionar y valorar pros y contras, para después tomar decisiones con mas calma y sobre todo mas fieles a nosotros mismos, que a la larga es lo que nos va a dar la tranquilidad, acertemos o nos equivoquemos, de que las decisiones que tomamos fueron en ese momento las mas acertadas con respecto de los datos de los de que disponíamos y nuestra capacidad en ese momento para reflexionar que no estaba condicionada por la falta de tiempo. Un libro que leí hace tiempo habla muy bien de estas y otras formulas para el día a día de cada uno, tanto en el trabajo como en el resto de los aspectos de la vida, este libro se llama “Vivir sin jefe” de Sergio Fernandez, un libro que he leído, releído, prestado y recomendado hasta la pesadez y que para mi es casi una piedra de roseta para descifrar los acertijos del dia a día.

Dicho esto diré que en lo que respecta a las personas que deciden sobre temas realmente importantes para todos, dan la impresión de estar enfrascadas siempre en la toma de decisiones de temas de carácter urgente, y lo que no entiendo muy bien es por que esos asuntos se han convertido en urgentes pues, aparentemente, da la impresión de que si se hubieran abordado con tiempo, difícilmente se hubieran convertido en asuntos realmente tan urgentes como nos dicen, aquí cabría considerar realmente los intereses de dichas personas de enmascarar dichos asuntos como urgentes para desviar nuestra atención de otros asuntos de los que realmente si se están ocupando, pero sobre los que no quieren que nos demos cuenta que están decidiendo y actuando ya, en un interés que nada tiene que ver con el nuestro. Es por esto que lo que realmente encuentro importante es exigir, a quienes se ocupan de decidir en nuestro favor sobre temas de importante calado común, que practiquen una forma de decidir acorde con una practica que nos permita ver que los asuntos como educación, trabajo, futuro, sanidad y seguridad entre otros son abordados con la reflexión, el enfoque y el tiempo necesarios para decidir de la mejor manera posible con la mejor información de la que disponen, y después que nos expliquen el como y el por que de dichas decisiones. Todo lo demás es especulación de intereses y engaños varios.

lunes, 7 de marzo de 2011

Vacaciones!!!

Nos vamos de vacaciones chicos, y en nuestra cabeza solo tenemos un runrun que suena mas o menos así: