jueves, 26 de mayo de 2011

Españistan - El país de la gominola!

La historieta que nos quisieron hacer creer...

 Publicó Dianela Gómez para noeseltiempo.blogspot.com                

martes, 24 de mayo de 2011

Sabiduría práctica.

En la isla de Lesbos, en la antigua Grecia, los artesanos que construían los templos tenían una serie de herramientas a su disposición para realizar su trabajo, estas herramientas, fruto de años de trabajo y de experiencia, se pensaba que eran las ideales para la construcción de los templos. Una de las herramientas mas indispensable para su trabajo era la regla, una vara de madera graduada con la que se ayudaban para tomar la medida a cada una de las piezas que utilizaban para construir el templo, la proporción y la isometria eran factores clave en sus construcciones. Pero poco a poco se iban imponiendo, cada vez mas, las formas curvas en su arquitectura, y los artesanos vieron que crear formas curvas con sus varas de madera rectas e inflexibles era cada vez mas complicado. Es por esto que crearon una regla flexible que, esta vez si, les permitía construir mejor esas columnas redondas que debían dar mas belleza a sus construcciones y a la vez soportar el peso de sus grandiosos templos.
En estas, Aristóteles, que siempre gustaba de observar como trabajaban los artesanos de su época, se dio cuenta del avance, y de que dicho avance era fruto de la experiencia y la practica de los trabajadores al servicio de las personas sabias del gremio y de la estrecha comunicación entre dichas personas, a este recurso lo llamo “Sabiduría Practica”.

Analizando esta experiencia nos daremos cuenta rápidamente de que el avance en la construcción de templos no puede darse sin personas que sabiendo como se construye un templo tengan la voluntad de hacerlo de forma correcta pero con el carácter necesario para saber como transformar las herramientas de que disponen de tal forma que se adapten mejor a las nuevas formas que van surgiendo.

Ahora imaginemos una sociedad en la que la gente se enfrentara a unos incesantes cambios en la forma en que su entorno se expresa y que para manejarse en dicha sociedad se empeñaran en construir cada vez mas reglas y todas de la misma forma y el mismo material que las anteriores, que poco o nulo resultado les habían dado, y que cada vez que se den cuenta de que sus reglas no sirven del todo optaran por la opción de prohibir las formas de expresión que no se ajusten a sus reglas. No hace falta imaginar nada, puesto que ya vivimos en dicha sociedad.

Es por esto que necesitamos mas que nunca aplicar la “Sabiduria practica”, y con la voluntad moral de hacer lo correcto y con la habilidad moral de saber que es lo correcto podremos construir nuestras reglas flexibles, esas que se adaptarán a las nuevas formas.